Han pasado tres años desde el estreno del último álbum de Eduardo Amezcua bajo el alías artístico de Grenda, Different Reasons (2018), un material denso de electrónica experimental que expandió sus sonidos a los escuchas de todo el país. Piezas ambivalentes, crudas, repletas de detalles industriales que han sido calmadas, encontrando la tranquilidad en los últimos meses, enfriándose lo suficiente para dar paso a una nueva etapa de su carrera, misma que inicia con ‘Gone’, el primer sencillo de That’s The Feeling I Want (2021).
En medio de un ambiente cambiante, pasando de las tardes repletas de fiestas y de las noches descontroladas de un joven veinteañero a los días en donde no hay cambios, de total trabajo introspectivo derivado del confinamiento obligado por la pandemia, Eduardo encontró una nueva voz, una nueva forma de ser en su alías musical gracias a una imagen de cerámica. “Un día descubrí la fotografía de este perrito al cual empecé a soñar, me perseguía”, declaró sobre esta pieza llena de texturas puras, limpias, blancas, que terminaron por definir al sonido de este nuevo álbum.
“Tenía sueños de felicidad, de amor”, declaró, con la voz resuelta, como si hubiera soltado una mochila pesada y ahora pudiera respirar, alzando su cabeza al cielo para tomar aire. De eso se trata este material, un álbum íntimo de sonidos fríos, melancólico, pero solo porque hay romance en el recuerdo. Tan hermoso y frágil como una pieza de cerámica.
La canción también funge como la pieza precursora de un sonido electrónico introspectivo, con bases en la música ambiental e influencias del IDM al cual Grenda prefiere llamar como Pensive Electronic Music. Sonidos fríos, composiciones inteligentes en donde los polirritmos toman la batuta energética entre sintetizadores melancólicos y atmósferas amplias sobre las cuales es sencillo meditar sobre los sueños y sobre la vida.