El Carnaval Bahidorá llego a su décima edición en este 2022, después de posponer sus actividades por la pandemia que atravesamos por fin pudimos asistir a este evento que para muchos llama la atención. Por ello nos dimos cita en las Estacas los dias 18, 19 y 20 de febrero para vivir la experiencia Bahidorá.

Llegamos el día viernes para acampar y vivir la experiencia completa, el show en el escenario Umbral daba inicio a las 18:00 pero entre el acomodarnos e instalar la casa de campaña, ya nos dieron las 20:00 tiempo para llegar a ver a DJ Minx, aún con una sonrisa en el rostro de volver a un festival.

La zona del Umbral estaba conformada por una zona da comida y bebidas, una fogata para calmar el frio que se avecinaba y en las tornamesas sonaba el punchis punchis mismo que no iban a dejar de hacer ruido hasta las 04:00 de la mañana. Este era el pre que muchos buscaban. Sin embargo, también había un pequeño escenario muy colorido y acogedor llamado la Madriguera donde pudimos ver a Corroncha Son, un colectivo Interdisciplinario de fusión Músico-Teatral-Místico-Cósmico-Feminista de son, cumbia colombiana y rap, la pura fiesta que se armaron este combo, muy recomendable

Las estacas es un paradisiaco lugar, pero es algo raro, en el trascurso del día hace mucho calor y en la noche el frio pareciera de pleno invierno. A pesar de la desvelada del día anterior el señor sol no te deja dormir más allá de las 8 de la mañana, por ello tuvimos que madrugar y sin tener mucho que hacer parte de los asistentes fueron a esperar en la entrada del escenario principal Sonorama para que abriera sus puertas e irse directamente al rio a refrescar.

Para este entonces todo iba a cambiar, los asistentes que iban llegando parecía que exactamente sabían hacia dónde dirigirse y no era precisamente alguno de los escenarios, corrían con sus salvavidas y toallas para tener un lugar cerca del rio sin importarles los actos que se venían en seguida.

Para medio día Vacación abriría el escenario principal Sonorama, pocos éramos los que apreciábamos el show de Caloncho y David Aguilar, como lo mencione anteriormente la afluencia de gente se estaba yendo al rio, y los pocos que estaban en el escenario era uno que otro perdido buscando un chocho, tacha o asido para aguantar el resto del día.

El día seguía y el turno de poner a bailar a Bahidorá corría a cargo de Agrupación Cariño, el set que nos presentó nos hizo recordar aquella serie de Soy Tu Fan con canciones como “Espero que te acuerdes de mi” y “Tripulante”, ya con más gente el ambiente se prendió a ritmo cumbianchero, sin importar si te gusta el rock, lo electrónico o el reggaetón en ese momento solo se bailaba cumbia.

A pesar de que el ritmo de cumbia estaba bueno teníamos que decidir hacia dónde ir, al escenario Estación para ver a Pahua o El Asoleadero para ver a la ex Ultrasonica Ali gua Gua y si, gano Ali Gua Gua, pero fue la peor decisión, mas que Asoleadero parecía hormiguero, para estos momentos Las Estacas estaba atiborrado de gente por todos lados, la sana distancia y el aforo limitado fue solo una mentira más de Bahidorá.

Con la boca seca y la cerveza cara tuvimos que ir a perder tiempo a los beberos para conseguir algo de agua, los cuales solo eran cuatro y las largas filas para llenar tu cilindro era una locura, la tarde caía y bueno también tendríamos que ir a buscar algo que comer y a pesar de que la comida de los festivales no es la mejor teníamos que hacerlo para sobrevivir estos dias.

Se supone que Kings of Convenience era la banda más esperada de Bahidorá y aunque el Sonorama tenía una buena cantidad de asistentes el ambiente no era tan emocionante para ver a los noruegos, tuvo que llegar el Helado Negro y algo de su psicodelia hizo que los estupefacientes ingeridos por muchos hicieran efecto y la desinhibición fuera notoria para que los besos de tres se empezaran a dar.

Para agarrar fuerzas aplicamos la de irnos a las albercas, dejar pasar el tiempo por un rato y regresar a las actividades hasta que Koffee salto al Sonorama y Nathalia Milan y sus Milanesos llegaron a la Madriguera y pareciera que como acto sorpresa llego el brujo mayor Javier Batiz a dar una catedra de como rasgar la guitarra, sí, el mismísimo maestro de Carlos Santanas,  tal vez nadie en el festival sabía que una leyenda se encontraba en Bahidorá puesto que solo unos cuantos, tal vez veinte o treinta personas vivimos algo de historia musical.

El momento sublime sin duda fue Black Box dio un repaso por los éxitos que hemos escuchado en la radio por décadas como “Everybody Everybody”, “Strike it up” o “Fantasy” con la noche encima y con un cansancio tremendo por las largas caminatas fue el último acto que pudimos escuchar este segundo día.

Crudos, desvelados, cogidos o con el monchis como fuera que estuviéramos teníamos que cerrar el Bahidora, y la mejor manera era irnos al rio junto al escenario La Estación para disfrutar de un buen reggae con Spiritual Sounds y posteriormente Warrior Queen, alistándonos para salir volvíamos a batallar para bañarnos, las regaderas y baños fueron un caos todo el fin de semana fueron insuficientes al igual que las zonas para cargar los celulares, ojala en la siguientes ediciones modifiquen dichos aspectos.

Bahidorá o Bahidroga como quieras llamarle simplemente es el espacio para desinhibirte y hacer los ridículos que no harías en otro festival, drogarte o alcoholizarte como no lo harías en un día normal, no hubo festival no hubo carnaval solo un pretexto para llenar un balneario sin restricciones.

Por ERICK DUARTE

Melómano, Apasionado de los Conciertos y la Cerveza // Aun me gusta meterme al slam y volar entre la gente // Estudie Management y Periodismo Musical // Licenciado en Informática (IPN)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.